País de destino:
España
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CARRITO
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Dominio de ES

Dominio de ES

El trabajo de un vigneron que supo ver en las tierras de Soria unos pagos capaces de dar grandes vinos de alma continental y espíritu de montaña.

Año de fundación2011
EnólogoBertrand Sourdais
País
Regiones
Uvas

Vino de Dominio de ES

4 productos

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Dominio de ES

El trabajo de un vigneron que supo ver en las tierras de Soria unos pagos capaces de dar grandes vinos de alma continental y espíritu de montaña.

La bodega

Dominio de ES es el proyecto personal de Bertrand Sourdais y Olga Escudero: ES con E de Escudero y S de Sourdais.

Bertrand Sourdais nació en Chinon (Francia) y pertenece a una familia con cinco generaciones de viticultores. Con la experiencia acumulada viajando y elaborando vinos por todo el mundo, puso su sensibilidad al servicio de unas cepas viejas que parecían aguardar a alguien que las mimase como merecían.

Sourdais estudió en el Loira y en Burdeos y se formó en bodegas tan reputadas como Château Mouton Rothschild, Château Léoville Las Cases, Bodegas Viña Santa Rita (Maipo, Chile) o Château Nenin (Libourne, Pomerol), además de con figuras mundiales como Álvaro Palacios en el Priorat. En España fue co-creador y director de Dominio de Atauta y en la actualidad dirige, además de Dominio de Es, Bodegas Antídoto, también en la Ribera del Duero, y Domaine de Pallus en Chinon, Francia.

Territorio y viticultura

En 1999 llegó a tierras sorianas y descubrió allí campos con vides prefiloxéricas. Los suelos calcáreos de esta parte oriental de la Denominación, las primeras playas fluviales del río Duero y el microclima de una tierra virgen y extrema pronto lo sedujeron. La altitud aportaba el frescor que Bertrand siempre había deseado para sus vinos mientras que las dos sierras que flanquean el valle suavizan los fríos.

Sourdais profundizó en el conocimiento de estas tierras remotas, trabajándolas y estudiándolas durante más de 20 años y supo seleccionar las mejores parcelas, en el privilegiado entorno natural de Atauta. Los rendimientos eran comedidos, pero la delicadeza del fruto parecía infinita. Llanos del Almendro fue su primer gran vino en España, un tinto que llamó la atención de toda la crítica y que puso a Bertrand bajo el foco mediático. Según grandes expertos como Michel Bettane, el vino estaba a la altura de otros grandes tintos ribereños como el Único de Vega Sicilia o el mismísimo Château Latour de Burdeos. Tras este éxito arrollador, Sourdais arrendó las tierras que hoy trabaja en Dominio de Es y creó la bodega en 2011, vinificando cuatro parcelas de viñas viejas en pie franco, a una altitud de 1.000 metros.

En el campo impuso el trabajo ecológico con prácticas biodinámicas y en bodega apostó desde el principio por acompañar el vino, por observar y permitir su libre expresión. Como buen vigneron, embotella el fruto de las viñas que él mismo trabaja y vinifica y envejece sus vinos en la misma propiedad. La tinta fina es su uva estrella, acompañada de un pequeño porcentaje de albillo que se entremezcla con las cepas tintas en el mismo viñedo.

Elaboración

A Sourdais le gusta trabajar con grandes tinos de madera y conservar parte del raspón, añejando sus vinos en barricas borgoñonas de uno o dos vinos.

Los vinos

La Diva es su vino estrella, un verdadero grand cru, una joya de la que únicamente produce 500/600 botellas al año. Los suelos arenosos y calizos impidieron el desarrollo de la filoxera, gracias a lo cual La Diva se obtiene de cepas sin injertar. El clima a 950 metros de altitud es duro, pero las vides resisten protegidas por pequeños muros de piedra; el terreno es extremadamente pobre, pero todo esfuerzo es poco si la recompensa es de tal magnitud.

La Mata se obtiene también a partir de vides prefiloxéricas (datadas en el catastro de 1904 como viña vieja) y la producción apenas alcanza las 600 botellas. La arena y los limos calcáreos sobre arcilla color chocolate mandan en el suelo de una minúscula parcela de 0,33 hectáreas. Las cepas en vaso miran al este, recibiendo el sol de la primera mitad del día y el frescor de la sombra durante la tarde, equilibrio que se percibe en la sutileza y la sedosidad del vino.

Carravilla procede de una parcela de tan solo 0,2 hectáreas, un verdadero grand cru. Los depósitos calcáreos se acumulan al pie de la ladera y el equilibrio entre la orientación sur y el frescor del pie de la montaña confluyen para crear un entorno único. Aquí las cepas de tinta fina son más vigorosas y el carácter de las uvas, algo salvaje.

El Viñas Viejas de Soria mezcla suelos arenosos y calizos de parcelas que Bertrand califica como premier cru. 2,69 ha divididas en 24 minúsculas parcelas. Es el vino más jovial, el que puede degustarse antes en plenitud. Mezcla sugerentes tonos florales con el carácter terroso del propio viñedo. Raspón, albillo y barricas usadas explican buena parte de su esencia.

Ubicación y contacto

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